Elecciones y mercado inmobiliario 2023. Expectativas del sector inmobiliario
Los años donde se disputan el sillón de Rivadavia suelen mermar la actividad di la compraventa de inmuebles.
¡Esperemos a ver qué pasa después de las elecciones!. Es una de las respuestas más habituales tanto en los vendedores como en los compradores. Claro está la incertidumbre de lo que vendrá se transforma en protagonista .
Quienes tenemos varias décadas de experiencia y quienes dirigimos empresas que van por las 7 décadas de existencia, abonamos a la teoría de que en estos tiempos no todas las selecciones tienen el mismo efecto.
Es decir, ha cambiado la coyuntura y el ámbito sociopolítico es influido en forma directa por miradas distintas, al menos es lo que muchos perciben.
Algunos creen que la oportunidad llegará más adelante.
En un escenario polarizado cuyos referentes proponen en teoría 2 modelos de país distintos, compradores y vendedores se ponen en alerta para analizar lo que vendrá.
Las hipótesis que se representan son de las más variadas. Por un lado, hay compradores que consideran de que la cuestión económica es una bomba de tiempo, le tocará al próximo gobierno desactivar. Por ende, abonan a una teoría cuasi apocalíptica de que los precios de los inmuebles y caerán violentamente, y allí tendrán el momento de oportunidad que esperaron toda su vida.
El vendedor que vislumbra una recuperación lejana más cerca del 2025, atravesando por ojos de tormenta en el camino, es quien actualiza el valor de mercado, y dice ¡el momento es hoy!
Siguiendo este análisis si un vendedor actualiza sus precios a los valores de consolidación del mercado actual y reinvierte en el corto plazo la pérdida vas a ser prácticamente nula. Ya sea si lo invierte en inmuebles o en cualquier otro rubro,
Sí de hipótesis hablamos siempre hay una luz al final del camino, Hay quienes consideran había puesta en una rápida recuperación del mercado inmobiliario y los precios. Eso significa comprar hoy y esperar. o vender más adelante.
En realidad, no existe la magia. Los problemas macroeconómicos y sociales no se resuelven de un día para otro. Es un proceso que debe estar cimentado por la confianza y la previsibilidad que debe emanar de los poderes del estado, incentivando la inversión provocando un escenario de estabilidad real.
Lo que podemos destacar que ni bien un proceso de recuperación de la confianza está en marcha y puede percibirse por los pequeños medianos o grandes inversores, las reacciones positivas son casi inmediatas.
Esto no significa un aluvión de inversiones, sino una recuperación lenta y paulatina.
Como será en mercado inmobiliario en 2023 .
Coincido que unos meses antes de las elecciones Internas de los partidos conocidas como PASO, podría observarse una merma de la demanda y en algún sentido de la oferta.
Estas elecciones proyectadas para agosto 2023 podrían tener un efecto en el mercado desde mayo o junio de ese mismo año. En el mismo sentido las elecciones presidenciales, que generalmente la Argentina se programan para el mes de octubre.
En el caso de que los resultados electorales Obliguen a una segunda vuelta entre los 2 candidatos más votados, La incertidumbre llegará hasta mediados del mes de noviembre.
En este sentido es importante destacar que es lógico que muchos compradores y vendedores decidan posponer sus proyectos hasta saber con exactitud quién va a dirigir los destinos de la República Argentina a partir del 10/12/2023.
¿Cómo será la política económica, impositiva, sí va a haber o no incentivos para invertir en inmuebles, cómo se trabajará para contener la inflación? y así proyectar la vuelta del crédito. Son estas al una de las grandes dudas que surgen entre los actores comunes del mercado inmobiliario argentino en época de elecciones.
Es por ello que, cuando el país se pone en modo electoral estos dilemas recrudecen y los actores del mercado analizan la posibilidad de desensillar y esperar hasta que aclare.
En cierta forma es una manera de proteger los ahorros en medio de la incertidumbre. Pero también es una forma de perder oportunidades.
Tal como lo planteé en diferentes columnas a lo largo del 2022, en el mercado inmobiliario y principalmente el argentino, las oportunidades se remontan a escenarios concretos y plausibles. Encontrándonos con varias realidades, la idiosincrasia y la gran mayoría del electorado argentino defiende la propiedad privada por ende quienes representan al pueblo en el parlamento deberían seguir ese lineamiento.
Estamos atravesando un contexto único e inédito en el mercado inmobiliario, tenemos un sobre stock de oferta histórico, principalmente de unidades pequeñas. Un atractivo costo del metro cuadrado para la construcción, lo que permite realizar una inversión con miras a una apreciación casi segura en el futuro. Como también quién quiere mudarse para mejorar su calidad de vida o bien acomodar una nueva etapa, nunca ha tenido en la historia del real estate argentino tantas alternativas para elegir.
En resumidas cuentas, yo creo que el 2023, va a ser un año activo y muy beneficioso para quienes decidan invertir con proyección a futuro ya sea en unidades a estrenar como en unidades terminadas.
Como también para quienes decidan concretar la mudanza a la casa de sus sueños, que quizás mañana cuando el mercado si estabilice y el sobre stock merme, esas alternativas serán más escasas tanto en precio como en disponibilidad.
El quedarse con los dólares esperando el apocalipsis yo no creo que sea la mejor opción. Quienes miran de reojo al 2001, deben comprender que las circunstancias son totalmente distintas.
Si bien se está atravesando una crisis compleja, no estamos en un contexto d propietarios endeudados o mejor dicho ahorcados por créditos en dólares y por la imperiosa necesidad de hacer frente a deudas que dejó esa gravísima crisis económico y social.
Tampoco nos encontramos con los ahorros de la gente incautados y sin prácticamente disponibilidad en lo que se llamó el corralito.
Por eso consideró que el 2023 va a tener una buena actividad con un crecimiento paulatino por lo menos hasta el mes de julio, donde las ventas de unidades pequeñas para inversión será una variante interesante. Considerando que, con el auge del turismo a raíz del tipo cambiario, los inmuebles con destino renta temporaria son sumamente atractivos.
Las unidades más grandes de 3 ,4 ambientes por los tipos casa con destino familiar van a ser objeto de lo que llamamos venta simultánea o encadenadas. Porque como decía anteriormente la oportunidad de encontrar Una buena propiedad a buen precio, sean momentos de sobre stock. Y en momentos donde los valores bajaron entre un 20 y un 30% desde 2019.
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Los demás segmentos como el comercial, o el terreno para desarrollar puede ser objeto de un pensamiento más estadista ya que infiere un análisis más profundo del desarrollo los próximos años.
Pero podemos tener una sorpresa, ya que en otro orden de cosas debemos recordar que venimos de varios años de demanda contenida por las diferentes situaciones locales e internacionales que tuvo que afrontar la Argentina.
Para finalizar es importante destacar que yo considero que el 2023, incluso con elecciones de por medio será un año mejor que el 2022. Es decir, para el comprador es blanco o negro. Invertir ahora o esperar quizás más de un año con un dólar que se devalúa internacionalmente.
Por Diego Migliorisi
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