Torres en barrios residenciales: Como defender nuestra tranquilidad
Respetar la identidad de un barrio no es solamente proteger una fachada histórica o una casa un edificio que forma parte del acervo cultural de la ciudad y de la República Argentina.
Tienes una cuestión de conciencia y de respeto hacia otros ciudadanos, ya se las futuras generaciones que van a evitar la ciudad, las leyes de protección histórica se han ido endureciendo y por suerte muchos muebles se encuentran catalogados con medidas que impiden su demolición ya sea total o parcial.
Quizás una ley tardía después de muchos patrimonios históricos que terminaron en volquetes, pero en definitiva hay miles de inmuebles en la ciudad que hoy son intocables.
Que no nos cambien la historia
La zonificación en la ciudad de Buenos Aires y su código de edificación tiene un criterio muy conciso y contundente, el respeto por las áreas y sus especificidades en cada una de ellas. Nos encontramos con áreas comerciales, industriales, residencial alto que permite la construcción de edificios en altura y residencial bajo donde las casas y las construcciones bajas son las que forman la esencia de un barrio tradicional, donde la gente adquiere sus propiedades buscando la paz y la tranquilidad que en otras zonas de alta densidad constructiva y de población no las pueden encontrar.
Si un comprador decide desembolsar sus ahorros y comprar una propiedad en un barrio de densidad poblacional baja, o sea de casas de no más de 9 m de altura. Lo haces ya pagando un valor agregado, porque generalmente los barrios de casas son más costosos que otros barrios. Seguramente a chequeado la zonificación, para ser sobrarse de que el día de mañana no puedan taparle el sol, privacidad y la esencia del mismo barrio con construcciones de gran altura.
Es decir, sigo un propietario de una casa compra un inmueble por ejjemplo con pileta, un parque, zona de casas bajas. Lo hace porque opta por la tranquilidad de un barrio y la privacidad qué eso representa, y el día de mañana un edificio de 9 pisos que aparece de la nada. Sin lugar a dudas no va a ser lo mismo. El valor de la propiedad, ni la privacidad ni ninguna de las cualidades por las cuales se eligieron vivir en un barrio residencial.
Como asegurarnos que no nos construya una torre a lado de casa
Es muy importante que quién va a comprar una propiedad, fundamentalmente una vivienda familiar en busca de tranquilidad en un barrio residencial tenga presente si existe alguna amenaza de que la zonificación habilita la construcción de edificios en altura en los lotes linderos o la cuadra. Si bien esto lo puede chequear en las diferentes páginas del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires (ciudad 3d), para asesorado por un profesional de confianza para que no exista ningún tipo de dudas hay esta posibilidad.
Si bien existen excepciones como el caso del enrace, quiere decir que, si hay un edificio construido en altura en una cuadra de densidad residencial baja, una medida especial podría autorizar a construir hasta la altura de ese edificio en un 50%, o sea la mitad del lote. Si por ejemplo el lote tiene 8 por 30, esa medida excepcional permitiría tomar los 4 m de frente pegados al edificio ya construido en altura, por la profundidad que tenga dicho edificio.
Vale señalar que esto es una medida excepcional, y que no sería razonable que un funcionario plantee una excepción en el medio de un barrio de casas residenciales, ya que afectaría informa considerable a las viviendas residenciales y en los vecinos que viven en busca de la paz la tranquilidad de la privacidad.
Claro esta que una medida de excepción que permita enrasar un edificio en el medio de un barrio de casas, si bien seria contemplada en la legislación, afectaría en forma directa a cientos de vecinos, lo que la transformara en injusta y negativa.
En el mismo sentido, el legislador puede sancionar un nuevo Código de Edificación permitiendo construir en altura donde antes no se podía, afectando en forma directa a los barrios residenciales. En este caso no se estaría representando francamente el deseo de los vecinos. Por ello este tipo de situaciones remotamente ocurran ya que ningún vecindario va a hacer caso omiso si mañana le quieren cambiar la norma.
Salvaguardando la Herencia Arquitectónica: El Patrimonio Cultural de Buenos Aires en Juego
La rica textura arquitectónica de Buenos Aires, con sus magníficos inmuebles y fachadas antiguas, son tesoros patrimoniales que cuentan la vibrante historia de esta ciudad. Sin embargo, estos iconos de tiempos pasados están amenazados y necesitan de nuestra acción inmediata para su preservación.
La Dignidad de la Herencia
Cada balcón enrejado, cada adoquín de la vieja San Telmo, cada friso de la Avenida de Mayo, cuentan una historia. Son los portales al pasado que revelan el nacimiento, la evolución y las luchas de Buenos Aires. Estos inmuebles históricos son más que simples estructuras físicas; son fuentes de orgullo, identidad y conexión con nuestras raíces.
Preservar el patrimonio arquitectónico de Buenos Aires no es solo una cuestión de estética, es una responsabilidad colectiva para con nuestra cultura y nuestra historia. Con cada edificio que se deteriora o se demuele, perdemos un pedazo de nuestra identidad.
Edificios altos en Zonas Residenciales
Los proyectos de construcción de altos edificios en zonas residenciales de Buenos Aires plantean preocupaciones críticas. No solo alteran el carácter distintivo de estas áreas, sino que también amenazan la tranquilidad y la privacidad de los residentes que se han mudado a estos barrios precisamente por su encanto histórico y su tranquilidad.
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El desarrollo urbano es esencial para el progreso y la prosperidad, pero no debe lograrse a expensas de nuestra herencia cultural. Necesitamos una regulación más rigurosa que garantice que los nuevos desarrollos sean compatibles con el carácter de los vecindarios históricos y no violen los derechos de los residentes a disfrutar de la tranquilidad y privacidad.
La clave está en encontrar un equilibrio entre la necesidad de modernización y la preservación de nuestras raíces. La identidad de Buenos Aires se encuentra en sus calles empedradas, sus majestuosos edificios y sus barrios con historia. Su arquitectura es un diálogo constante entre el pasado y el presente, y perder esto sería perder parte de lo que hace única a la ciudad.
Al final, la preservación del patrimonio cultural y arquitectónico de Buenos Aires es un compromiso con el pasado y una promesa para el futuro. Al proteger nuestras joyas arquitectónicas, garantizamos que las futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de las ricas historias que estas estructuras cuentan.
Por lo tanto, es imprescindible que todos -gobiernos, arquitectos, constructores y ciudadanos- trabajemos juntos para proteger y conservar el patrimonio de Buenos Aires, garantizando un futuro en el que el pasado siga vivo y siga formando parte integral de nuestra identidad.
Por Diego MIgliorisi
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