Constituye el hormigón de nuestras casas, el asfalto de nuestras carreteras, el vidrio de nuestras ventanas y los chips de silicio de nuestros teléfonos.

Pero la arena , un componente básico de la vida moderna que se encuentra en el corazón de una industria destructiva y a veces ilegal, es cada vez más escasa, y nadie sabe qué tan pronto se agotará.

La arena es el material más utilizado en el planeta pero también uno de los menos controlados. A diferencia de la mayoría de los demás productos básicos, los responsables de la formulación de políticas solo tienen estimaciones aproximadas de la cantidad que se utiliza cada año. Un informe histórico del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 2019 tuvo que basarse en datos del cemento, con el que se mezclan arena y grava para hacer concreto, para aterrizar en una cifra aproximada de 50 mil millones de toneladas.

Los investigadores dicen que es más arena de la que se puede usar responsablemente cada año, aunque se puede hacer más arena triturando rocas. En algunas regiones, la escasez ya ha provocado asesinatos selectivos y la destrucción de hábitats.

“La naturaleza de la crisis es que no entendemos este material lo suficientemente bien”, dijo Louise Gallagher del Observatorio Global de Arena en Ginebra, coautora del informe. “No entendemos lo suficiente los impactos de dónde lo estamos tomando. A veces ni siquiera sabemos de dónde viene, cuánto sale de los ríos. No lo sabemos. Simplemente no sabemos . ”

Extrayendo arena

Sin embargo, lo que los expertos sí saben es que extraer arena en cantidades incomparables tiene un costo creciente para las personas y el planeta.

La extracción de arena destruye hábitats, ensucia ríos y erosiona playas, muchas de las cuales ya están perdiendo terreno debido al aumento del nivel del mar. Cuando los mineros excavan capas de arena, las riberas de los ríos se vuelven menos estables. La contaminación y la acidez pueden matar a los peces y dejar menos agua para las personas y los cultivos. El problema se agrava cuando las presas aguas arriba impiden que los sedimentos repongan el río.

“Tiene tantos otros impactos que no se toman en cuenta”, dijo Kiran Pereira, un investigador independiente que ha escrito un libro sobre soluciones a la crisis de la arena. “Definitivamente no se refleja en el costo de la arena”.

Peor aún, gran parte del impacto puede no ser visible de inmediato, lo que dificulta saber exactamente qué tan grave es, dijo Stephen Edwards, quien dirige la investigación sobre industrias extractivas en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). “Ciertamente es algo que está aumentando a un nivel al que realmente debemos prestar más atención”.

Según un artículo publicado en la revista Nature en 2019, la extracción de arena ha ayudado a empujar a los cocodrilos gaviales que comen peces en el río Ganges al borde de la extinción (menos de 250 adultos permanecen en la naturaleza) y desestabilizó las riberas del Mekong, cuyo colapso podría obligar a medio millón de personas a abandonar sus hogares.

Una de las razones por las que se ha ignorado el daño de la minería es que, aunque la arena está en los objetos que nos rodean, está “escondida a plena vista”, dijo Chris Hackney, geógrafo de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, que estudia el tema y co- fue autor del artículo de Nature. “Pídale a la gente que nombre el producto más importante del planeta y probablemente la arena no sea la que se mencione”.

Boom de hormigón

La escasez de arena incluso suena contradictoria. Aunque un tercio de la superficie terrestre está clasificada como desierto, gran parte de ella arenosa, los países del Medio Oriente como Arabia Saudita importan arena de lugares tan lejanos como Canadá y Australia. El Burj Khalifa de 830 metros de altura, un rascacielos en los vecinos Emiratos Árabes Unidos, se construyó utilizando importaciones del otro lado del mundo.

Esto se debe a que la arena del desierto tiene poco valor para la industria de la construcción.

Cuando los vientos soplan sobre las dunas, dan forma a las partículas de arena en esferas. Estas bolas redondas tienen menos agarre que los granos irregulares que se encuentran en los lechos de los ríos, las playas y los fondos marinos, que tienen la fricción necesaria para hacer que el concreto sea fuerte.

“Como crecí en Bangalore, leo constantemente informes sobre los ríos diezmados debido a la extracción de arena”, dijo Pereira, la investigadora, y agregó que algunos de sus primeros recuerdos involucran despertarse a las 2:00 a. M. Para buscar agua de un hacinamiento. grifo público. “Al mismo tiempo, recuerdo haber visto cientos y cientos de camiones llenos de arena volando arriba y abajo de las carreteras, abasteciendo a todos los sitios de construcción”.

La mayor parte de la demanda proviene de China, que fabricó más cemento en los tres años de 2011 a 2014 que Estados Unidos en todo el último siglo. Se proyecta que India, el próximo mayor productor de cemento, superará a China como el país más poblado del mundo para 2027.

A medida que la gente de Asia y África se traslade a las ciudades y la población mundial aumenta a 10 mil millones de personas a mediados de siglo, se prevé que la demanda de arena siga aumentando.

Y no es solo para hacer hormigón. En 2011, se dragaron 20 millones de metros cúbicos de arena del fondo del mar en las costas de los Países Bajos para formar una barrera natural que protege contra la erosión y el cambio climático. Durante el último medio siglo, Singapur ha construido islas artificiales que han aumentado su masa terrestre en una cuarta parte utilizando arena importada de Camboya, Vietnam, Indonesia y Malasia. Las Islas Palm artificiales de Dubai, visibles desde el espacio, se hicieron con arena extraída del fondo del Golfo Pérsico.

Mafias de arena

Y luego está el costo humano.

A medida que aumentaron los precios de la arena, los agentes de policía de países desde Sudáfrica hasta México han seguido informando cadáveres a manos de los mineros.

En ningún lugar la violencia es peor que en India, hogar de las “mafias de arena” más mortíferas del mundo. Las bandas delictivas han quemado vivos a periodistas, asesinado a hachazos a activistas y han atropellado a agentes de policía con camiones. Un informe del año pasado de South Asia Network on Dams, Rivers and People, un grupo ambientalista con sede en Delhi, contó 193 personas que murieron a causa de la extracción ilegal de arena en India durante los últimos dos años. Las principales causas de muerte fueron las malas condiciones laborales, la violencia y los accidentes.

Si bien algunos mineros se sumergen en el fondo de los ríos cientos de veces al día sin ropa protectora, y hay informes de trabajo infantil desde la India hasta Uganda, la industria rara vez ha sido responsabilizada.

A fines de febrero, un tribunal especial de Delhi encarceló al jefe del gigante indio de arena de playa VV Minerals y a un ex director del Ministerio de Medio Ambiente por soborno. El magnate de la minería, que ha negado las acusaciones de extracción ilegal de arena que se remontan a décadas atrás, había sido sorprendido pagando la matrícula universitaria del hijo de un funcionario a cambio de una autorización ambiental, en un caso que un medio de comunicación local comparó con el notorio mafioso estadounidense Al Capone encarcelado por infracciones fiscales.

Para resolver la crisis de la arena, los expertos dicen que los líderes mundiales deben regular mejor la industria y hacer cumplir las leyes contra la corrupción, así como monitorear la producción global de arena. Tendrían que reducir la demanda de arena buscando alternativas al hormigón y construyendo de manera más eficiente con materiales como la madera. Los desechos de los edificios demolidos podrían reutilizarse como agregados para carreteras, por ejemplo.

Algunos investigadores están explorando formas de hacer que la abundante arena del desierto del mundo sea adecuada para la construcción, calentando y triturando los granos, y ahora buscan hacer que los procesos sean lo suficientemente baratos como para ser prácticos.

“Nuestra capacidad para construir no depende de nuestra necesidad de arena”, dijo Pereira. “Podemos desacoplar estos dos y aún así construir y permitir la prosperidad humana sin destruir nuestro ecosistema”.