La disminución más significativa se registra en el barrio de Almagro. Así lo revela un informe de la Secretaría de Ambiente porteña. Los expertos dicen que con menos estruendo, mejoran la salud y la calidad de vida.
Hasta ahora, la ubicación y el precio de una vivienda solían prevalecer sobre el nivel de ruido ambiental a la hora de comprar o alquilar. Pero hay chances de que eso cambie tras el aislamiento. “Creo que, post cuarentena, se van a cotizar mucho más las zonas silenciosas que las que tienen ruido constante. Hay gente que se acostumbra a que le pase un colectivo al lado las 24 horas. Después de esto, va a darse cuenta de que es mucho mejor vivir en un lugar con menos ruido”, analiza Diego Migliorisi, de la inmobiliaria que lleva su apellido.
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