El papel pintado vuelve a ser tendencia en 2020: esto es lo que debes hacer o evitar a la hora de elegir el tuyo

“La tendencia del papel pintado viene más fuerte que nunca”, me advirtió el interiorista Martyn Laurence Bullard nada más empezar el año. Basta con fijarse en el aseo de mujeres empapelado de flores de Annabel’s en Londres; el estampado de palmeras de la habitación de invitados de Kate Moss en House of Hackney; o el cuidado diseño de las paredes de The Wing. Aunque el papel pintado lleva ya mucho tiempo entre nosotros –¿cómo olvidar el papel Zuber con pinturas del Puerto de Boston que colocó Jackie Kennedy en la Casa Blanca?–, lo cierto es que las estadísticas indican un repunte de interés. Según informes de Pinterest, las búsquedas de “papel pintado” aumentan de años en año en un 41 por ciento. ¿A qué es debido? Dado que el diseño ha vuelto a pendular de la discreción al maximalismo, el papel de pared es un fabuloso vehículo para expresar el gusto y el eclecticismo más personales.

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Aunque una cosa es admirar el papel pintado en las satinadas páginas de una revista o en un restaurante de moda –con todo un equipo de decoradores detrás– y otra muy diferente (e incluso abrumadora) llevarlo al propio terreno. ¿Y si lo pongo y luego no me gusta? ¿Y si se queda anticuado en pocos años? ¿Combinará bien con mis muebles? Para ayudarte, hemos recurrido al consejo experto de tres interioristas para aprender a escoger el papel que mejor se adapte a tu espacio y los errores que debemos evitar.

El tamaño importa

Todas las personas con las que hemos consultado opinan lo mismo: a la hora de elegir un papel de pared, el factor de más peso es el tamaño de la habitación. “Eso es lo que va determinar la escala del papel: cuanto más pequeña sea la habitación, más pequeño el estampado”, recomienda Kathryn M. Ireland. Marissa Zajack, escenógrafa de The Politician reconvertida en diseñadora de interiores, añade que “para los espacios más grandes, el papel pintado resaltará mucho más si tiene estampados grandes”.

En definitiva, no pongas estampados pequeños en una habitación grande y viceversa: “Un estampado muy pequeño en una habitación grande crea un efecto recargado y molesto, y si es demasiado grande puede comerse el espacio”, dice Martyn Lawrence Bullard.

Piénsatelo con calma

Dejemos claros unos cuantos conceptos: el papel pintado es un elemento artístico. Y también es un fastidio tener que quitarlo o reemplazarlo por otro. De ahí que Bullard aconseje lo siguiente a todos sus clientes: compra un rollo, colócalo con chinchetas en la pared y déjalo así un tiempo. “Obsérvalo con luz diurna, a mediodía y por la noche para asegurarte de que te encanta como queda en cualquier ambiente. Si resulta que sí, ya sabes que es el tuyo”, dice.

Ya en tu poder, no es aconsejable que lo montes tú mismo. “Contrata a un profesional para que lo instale, no sea que luego acabe quedando fatal por ahorrarte dinero en el montaje”, dice Zajack.

Y a disfrutarlo

“Dale todo el protagonismo al papel”, dice Ireland. Porque el papel pintado nació para destacar, así que déjale que destaque. “¡Ve con todo y sin miedo!”, dice Zajack.

¿Algún error a evitar? Destacar una sola pared de la habitación, en el sentido de empapelar solo una de las cuatro paredes. “Siempre he pensado que el papel pintado hay que usarlo en masa. Prefiero empapelar toda la habitación, porque aquello de la ‘pared decorativa’ está ya muy pasado. Solo así consigues impactar de verdad y una estética definida. Puede colocarse por encima del zócalo o en toda la pared”, concluye Bullard.

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